Anteriormente a la aparición de las primeras obras codificadoras del castellano por parte de Antonio de Nebrija, la lengua empleada por los poetas estaba ligada al gusto cortesano, por lo que su modalidad lingüística es el reflejo unívoco de los rasgos propios de la lengua estándar más prestigiosa. El espacio de la Corte, entendido como centro cultural de progreso, representaba el núcleo del cual emanaba el modelo ejemplar de la lengua estándar, fruto de un proceso paulatino de formación de la koiné castellana. De esta manera, los poetas manifiestan en sus obras, además de los rasgos lingüísticos más prestigiosos, aquellos relativos a los estratos sociales más populares que tendían a ser rechazados por el habla cortesana más cuidada.
En consecuencia, he seguido un plan de trabajo enmarcado en el método filológico, cuya finalidad es la de llegar a reconstruir la fonética y fonología históricas de la lengua castellana, así como la de los prosodemas (o rasgos prosódicos) de la misma, a partir del estudio pormenorizado y sistemático de la métrica y la rima de las composiciones poéticas más relevantes de su historia, desde las primeras manifestaciones literarias hasta el ocaso del reinado de los Reyes Católicos. Tal investigación tiene como límite los primeros años del siglo XVI debido al surgimiento de las obras de Antonio de Nebrija, como se ha apuntado anteriormente. Una vez llevado a cabo el análisis de los siguientes textos poéticos: el Auto de los Reyes Magos, la Disputa del alma y el cuerpo, la Razón de amor, las obras que forman parte de la escuela del mester de clerezía (Libro de Alexandre, Libro de Apolonio, las obras de Gonzalo de Berceo, la Historia Troyana polimétrica) y las que pertenecen a un segundo ciclo de la misma (Libro de Buen Amor y Rimado de Palacio), junto al análisis de la poesía lírica recopilada en cancioneros cortesanos como el de Juan Alfonso de Baena, Gómez y Jorge Manrique, Marqués de Santillana, Juan de Mena y Juan del Enzina, he podido constatar que, en cada momento histórico, el proceso de creación poética se ha desarrollado en función de factores socio-culturales específicos, en tanto el afán cultista de los poetas y su vinculación con los centros de poder han sido la causa que condujo a su cristalizaron en la lengua depurada, estandarizada y, en consecuencia, vinculada con el sociolecto de mayor prestigio, es decir, con los gustos de la Corte, la Iglesia y la Universidad.