La tesis se dedica al estudio de La escritura o la vida de Jorge Semprún. Examina como en la obra el narrador, superviviente del campo de concentración de Buchenwald, desarrolla una trayectoria dialéctica para poder narrar su experiencia del campo: primero niega su identidad de superviviente para, 47 años después, asumirla en la escritura como negatividad que pone en riesgo permanente su vida como escritor testigo de la catástrofe. La historia de esa superación provisional y permanente de la negatividad del campo se estructura mediante la fragmentación textual y el diálogo. La contraposición de la voz del narrador a voces de otros personajes y a textos diversos señala que sólo a través de la fragmentación discursiva el narrador pudo acercarse al horror vivenciado en el campo, pues ella se le presenta el único modo de expresar la dialéctica entre la necesidad del diálogo del narrador con su pasado y la imposibilidad de reconciliarse con éste. La precariedad del superviviente se objetiva en la forma precaria de la novela, marca de la singularidad de esta obra de Semprún en la literatura de testimonio.
