Sin duda, los dominicos y franciscanos (adscritos posteriormente a la Escuela de Salamanca), que dictaron lecciones en el Convento de San Esteban de Salamanca, y que tan profusamente escribieron, constituyen la base del Derecho Internacional, el entonces llamado Derecho de Gentes. También es sabido que los escritos de algunos eminentes jesuitas pudieron filtrarse en la gran mayoría de los autores europeos del siglo XVII, e incluso traslucirse claramente en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, casi con toda seguridad a través de John Locke.
Desde ese punto de vista, este recurso constituye un valioso aporte para los historiadores e investigadores, en cuanto presenta no solo los datos de los autores de la Escuela de Salamanca como José de Acosta, Pedro de Fonseca o Francisco de Vitoria, sino que, además, selecciona enlaces relacionados con el tema en la Red, a la vez que pone a disposición un importante número de obras digitalizadas.
