Uno de los principales obstáculos de la comunicación entre profesionales de la sanidad y entre los profesionales y pacientes es la terminología médica. Los términos médicos, que en un principio suelen ser unívocos, inequívocos e inocentes, cuando se usan en discursos por grupos de personas con unas características personales parecidas-o no-, pueden acabar siendo semánticamente oscuros, polisémicos, poco precisos e, incluso, con connotaciones
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