La calle, elemento constitutivo de la ciudad, ha ido cambiando a lo largo de los siglos. Permite relacionar los espacios, las funciones y los grupos sociales y es una forma urbana con configuración, arquitectura e historia propias, con sus propias lógicas, dinámicas y usos. Sus prácticas y representaciones se vinculan con el espacio urbano en el cual se inscribe y también dependen de factores políticos y socioeconómicos. Pudiendo variar
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